25 de noviembre: no podemos despistarnos
Hace 80 años tuvo lugar la etapa más oscura de la historia de España; también Canarias y la Gomera sufrieron la guerra y la dictadura. En las calles de San Sebastián y en las de Vallehermoso, fundamentalmente, según se recoge en el libro ‘Vallehermoso. El Fogeo’, las mujeres recibieron una brutal violencia, castigos y humillaciones
En esta conmemoración del 25 de noviembre quiero recordar a las mujeres peladas, Domitila Clemente, Serafina Damas, Pilar Gaspar, Isabel León, Adolfina Medina, Candelaria Medina, Antonilla Medina, Isabel Mendoza, Isabel Morales, Ruperta Plasencia, Dolores Quintana, Gregoria Ramos, Dolores Ramos y Antonilla Vera . Me impacta y sobrecoge pensar en estas mujeres humilladas que pudieron estar andando por las calles de nuestros pueblos con la cabeza rapada, a las que dieron cucharadas de ricino para producirles diarrea y a las que ordenaban barrer las calles en los lugares más sucios y denigrantes.
Aquel era el modelo de sociedad que se instauró después de la república hasta la muerte de Franco, un modelo social que tenía a la mujer cosificada; las mujeres pertenecían a los hombres, y las que fueron represaliadas eran madres, hermanas, hijas de hombres de la república: ellas, que además eran capaces de opinar, de defenderse frente al fascismo, fueron el instrumento para vengarse de los hombres, de los rojos. Era una forma de castigar a los hombres con quienes tuvieron una relación afectiva o parentesco familiar, además de un mensaje de advertencia a las demás mujeres del pueblo.
Durante los primeros años de la Posguerra, miles de mujeres sufrieron en sus cuerpos una venganza que supera lo imaginable y que se ha silenciado en el tiempo. Se las violaba, se las robaba, humillaba y fusilaba.
No fue hasta bien adentrados en la democracia cuando se aprobó la primera ley contra la violencia de género, La ley orgánica 1/2004 de 4 de diciembre de medidas de protección integral contra la violencia de género. Todo ello ha supuesto un cambio de modelo social lejos de aquellos años de oscuridad en los que la derecha extrema imponía su modelo.
Pero debemos ser conscientes de que ese modelo social, esos pensamientos machistas, siguen existiendo, que no todo se ha conseguido y no caer en el erro de pensar que aquello ya es solo historia. No es así. Debemos mantenernos atentos y atentas.
Hoy en día la Ley contra la violencia de género 2004 no se aprobaría por unanimidad en el Congreso de los Diputados porque hoy la extrema derecha está representada en el parlamento y plantea volver atrás: partidos de ultraderecha blanqueados en ocasiones por la derecha más tradicional no reconocen la existencia de la violencia de género; es más vuelven a situar a las mujeres como aquellas rapadas y humilladas, como cosas que pertenecen a los hombres. No hay más que escuchar a Vox insultar a Irene montero.
Por todo ello no podemos permitirnos ningún despiste en las reivindicaciones de los derechos de las mujeres y de la igualdad real entre hombres y mujeres, no podemos renunciar a nada.
Por aquellas mujeres, por la memoria de todas aquellas represaliadas, codificadas y por todas las que han sido asesinadas a manos de los que se creían sus propietarios por sentirse respaldados por un modelo de sociedad patriarcal, la lucha debe continuar; por un modelo social igualitario, justo, democrático y por una sociedad sana y prospera. El trabajo desde todos los ámbitos es fundamental para seguir avanzando
Creo que las políticas que propicien o impulsen la equidad, además de eliminar las desigualdades, hacen prevención de la violencia y por tanto municipios como San Sebastián de La Gomera no puede estar sin un Plan de Igualdad, sin desarrollo de políticas de igualdad municipales, sin aplicación de las medidas que contempla el pacto de estado contra la violencia de género.
Como diputada socialista, como portavoz del grupo municipal socialista y vecina de La Gomera, no me despisto, no ceso en el trabajo para hacer valer las políticas del PSOE que han transformado nuestra sociedad y nuestro país, no me desvío de nuestro camino de progreso hacia una sociedad cada vez más igualitaria y justa, todo lo que nos ha dado la mayor época de progreso en nuestro país, en Canarias y en La Gomera.